martes, 3 de febrero de 2015

Antes de mi muerte dejaría instrucciones precisas: si tú no estás ahí, sacan mi cuerpo del lago, lo queman y te envían mis cenizas en una urna bien protegida ('frágil'), pero no certificada, para probar suerte. Sería un envío mío que ya no vendría de mí, o un envío que vendría de mí (quien lo habría ordenado) pero ya no un envío mío, como prefieras. Entonces querrías mezclar mis cenizas con lo que comes: café por la mañana, bizcocho, té de las 5, etc. Pasada cierta dosis, empezarías a entumecerte, a enamorarte de ti, yo te miraría avanzar lentamente hacia la muerte, te acercarías a mí en ti con una serenidad de la que no tenemos idea, la reconciliación absoluta. Y dejarías instrucciones precisas... Mientras te espero voy a dormir, sigues estando siempre aquí, dulce amor mío.

Jacques Derrida, La Carte Postale

No hay comentarios:

Publicar un comentario